Entonces,
me preguntaba cuál sería el olor de este blog.
Mi olor. A qué olería
galletasdeante si este fuera un espacio físico. Si fuera una especie de tienda blanca con grandes cristaleras, con un jardín interior lleno de plantas verdes y un mobiliario cuidadosamente escogido en maderas poco tratadas o malgastadas por el paso de los años. Con sillas metálicas pintadas por una capa de pintura blanca obviamente expuesta en espacios exteriores durante mucho tiempo a las inclemencias del tiempo, y que ahora deja asomar el color metálico, casi vulgar, de su aspecto original.
A qué olería ese espacio diáfano, luminoso, tremendamente blanco, salpicado de maderas sin vestir, plantas de un verde muy intenso, flores sencillas en botes de vidrio soplado hace decenas de años...
A qué huele este espacio igual de blanco, habitado por tipografías infantiles mezcladas con densos textos en Georgia a tamaño once.
A qué debería oler la que escribe estas letras. A qué olería la misma que tras pasear un día gris, entre gente corriente un sábado cualquiera, decidió seguir el consejo de
Maia y entrar en aquella maravillosa perfumería y oler
Aqua Universalis de Francis Kurkdjian.
Ahora ya lo se. Y guardo esta tarjeta con la muestra del que será mi olor, el olor de mi casa, el olor de este blog. Pronto lo será. Hasta entonces, esta tarjeta perfumará mi agenda el día 21 de enero de 2012. El día en que descubrí mi olor. Y el olor de este blog.
Foto: Mercedes Pérez